martes, 9 de abril de 2013

Mi Principito cumple 70 años.


Cuando me preguntan cual es mi libro favorito mi respuesta es inmediata. El Principito.
La mayoría estaría pensando en alguna novela enorme con cien mil páginas, con un argumento con intriga o de amor, un best seller que lo hayan llevado al cine protagonizado por algún actor de moda ....

Pues no, yo prefiero quedarme con mi Principito!


Desde que lo leí por primera vez, ya ni recuerdo cuando, me quedó una marca. Realmente en ese momento no sabría decir el por qué, pero cada vez que lo he vuelto a leer según he ido creciendo le he encontrado partes más interesantes por lo que ha hecho que con los años todavía sea más mi favorito.

Para quien pueda creer que es un libro infantil le diré que está un pelín equivocado. Si es cierto que lo pueden leer los niños (además creo que debería ser obligatorio) pero sobre todo es para mayores. Con un lenguaje sencillo y lleno de metáforas nos enseña (a los mayores) a aprender de los niños. Trata temas tan profundos como el sentido de la vida, la amistad y el amor.
Además, las ilustraciones están hechas por el autor por lo que todavía más, se transmite el mensaje que nos quiere dar Sain-Exupery.

Me parece un libro tan especial que hace ya unos años una amiga me pidió leer algo el día de su boda y me pareció una buena oportunidad dedicarle unas de las frases más bonitas que jamas se han escrito y las dice un Principito "No se ve bien sino con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos"

Yo he querido rendir mi pequeño homenaje ya que se cumplen 70 años de la 1a edición de mi libro favorito. Lleva más de 150 millones de ejemplares vendidos en todo el mundo y ha sido traducida a casi 270 idiomas y dialectos. Un récord editorial que sólo superan los grandes textos religiosos.


Para quien no lo haya leído (que se lo recomiendo encarecidamente) aquí va una breve sinopsis.

En este libro, un aviador  (Saint-Exupéry lo fue) se encuentra perdido en el desierto del Sahara, después de haber tenido una avería en su avión. Entonces aparece un pequeño príncipe. En sus conversaciones con él, el narrador revela su propia visión sobre la estupidez humana y la sencilla sabiduría de los niños que la mayoría de las personas pierden cuando crecen y se hacen adultos.
El relato viene acompañado por ilustraciones dibujadas por el autor.
El principito vive en un pequeño planeta, el asteroide B 612, en el que hay tres volcanes (dos de ellos activos y uno no) y una rosa. Pasa sus días cuidando de su planeta, y quitando los árboles baobab que constantemente intentan echar raíces allí. De permitirles crecer, los árboles partirían su planeta en pedazos.
Un día decide abandonar su planeta, quizás cansado de los reproches y reclamos de la rosa, para explorar otros mundos. Aprovecha una migración de pájaros para emprender su viaje y recorrer el universo; es así como visita seis planetas, cada uno de ellos habitado por un personaje: un rey, un vanidoso, un borracho, un hombre de negocios, un farolero y un geógrafo, los cuales, a su manera, demuestran lo vacías que se vuelven las personas cuando se transforman en adultas.
El último personaje que conoce, el geógrafo, le recomienda viajar a un planeta específico, la Tierra, donde entre otras experiencias acaba conociendo a una serpiente y a un zorro, y después al mismo aviador.


En mi humide opinión el escritor, pionero de la aviación, escritor y aventurero, que murió durante la Segunda Guerra Mundial, en un vuelo militar de reconocimiento frente a las costas de Provenza, el 31 de julio de 1944, cuando su aeroplano del Ejército de la Francia Libre fue abatido por un caza alemán, 10 meses antes de que el conflicto acabara en Europa, nos intenta transmitir algún tipo de reflexión de cómo perdemos las cosas que realmente valen la pena cuando nos hacemos mayores. Ya que, aunque no es una autobiografía, a mi me da la sensación de que algo de autobiográfico puede tener. 

Digo esto porque además de leer la historia del libro, la forma en la que está realizado me transmite esta situación. El autor cuida y mima hasta límites insospechados la apariencia del libro hasta se permite hacer sus propias ilustraciones. El tamaño es pequeño, como un cuaderno de bolsillo, la apariencia es sencilla con ideas gráficas atractivas para los mayores pero sin perder la gráfica infantil .... Por todas estás sensaciones me da a mi que es un proyecto tremendamente personal. 
Y, todo esto es lo que me encanta del diseño, sin decir nada se puede decir tanto .... 
Además, ha sido fuente de inspiración para muchooo merchandising. 






Espero que, si no os habéis leido el libro entre dentro de vuestras listas de lectura y para los que sí que lo habéis hecho espero que os haya dejado alguna huella como hizo conmigo el día que lo leí. 









2 comentarios:

  1. ¿Sabes que Pablo regaló El principito como detalle de padrino a todos los chicos, en el bautizo de nuestro primer sobri? No pareció súper apropiado, es un libro precioso. Y como dices, no sólo para niños :)besitos

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  2. Es un libro genial, de esos en los que en cada lectura descubres cosas nuevas!

    xoxo
    B* a la Moda

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